FECHA GALÁCTICA: 20 de marzo de 3301
Una leve presión del pulgar y el cañón automático comienza a girar, cantando su stacatto. Los escudos de la Anaconda aún no se han vuelto a levantar y, además del castigo que recibe de las armas de mi Cobra, se ven converger sobre ella los rayos de varias naves más. Lobos acechando a un animal herido. Pero la Anaconda no es un cervatillo indefenso: sus armas siguen activas y vomitan megajulios de energía contra nosotros. Un resplandor a la derecha y, un instante después, la computadora de la nave genera digitalmente el sonido de la explosión que el vacío del espacio no permite escuchar. Una de las Eagle de la autoridad local acaba de explotar. Pero es demasiado tarde ya para la Anaconda. Centrando los láseres continuos sobre su planta de potencia, cual bisturí abriéndose paso en la carne, la “Audaz” gira orbitando la enorme nave pirata que expulsa metal fundido como si fuera sangre manando de la herida. Una pequeña explosión interna, y las armas de la poderosa nave enmudecen de repente. La Cobra del comandante Stanislav pasa entonces por su popa con los cuatro cañones automáticos escupiendo muerte, y luego, como a cámara lenta, un fogonazo ilumina el puente cuando la Anaconda estalla en mil pedazos.
Una leve presión del pulgar y el cañón automático comienza a girar, cantando su stacatto. Los escudos de la Anaconda aún no se han vuelto a levantar y, además del castigo que recibe de las armas de mi Cobra, se ven converger sobre ella los rayos de varias naves más. Lobos acechando a un animal herido. Pero la Anaconda no es un cervatillo indefenso: sus armas siguen activas y vomitan megajulios de energía contra nosotros. Un resplandor a la derecha y, un instante después, la computadora de la nave genera digitalmente el sonido de la explosión que el vacío del espacio no permite escuchar. Una de las Eagle de la autoridad local acaba de explotar. Pero es demasiado tarde ya para la Anaconda. Centrando los láseres continuos sobre su planta de potencia, cual bisturí abriéndose paso en la carne, la “Audaz” gira orbitando la enorme nave pirata que expulsa metal fundido como si fuera sangre manando de la herida. Una pequeña explosión interna, y las armas de la poderosa nave enmudecen de repente. La Cobra del comandante Stanislav pasa entonces por su popa con los cuatro cañones automáticos escupiendo muerte, y luego, como a cámara lenta, un fogonazo ilumina el puente cuando la Anaconda estalla en mil pedazos.
Las fechorías de la nave pirata han terminado |
- Good ’ne, mate… easy money don’t
ya think?
La voz
de Stanislav y su fuerte acento de raíces australianas, de la vieja Tierra, suena con cierta
distorsión, sin duda por los asteroides del anillo en el que estamos. El panel
de la computadora indica unos 55.000 créditos de recompensa y la subteniente
Nakamura emite un gruñido de reproche: para mi copiloto, la temporal asociación
de circunstancias con Stanislav solo significa menos dinero en nuestros
bolsillos. Sin embargo yo sé que sin la experiencia del veterano cazarrecompensas
y su Cobra habríamos tenido serias dificultades a pesar de la ayuda de las
naves de seguridad local. Mi respuesta es rápida.
- Sure, commander. It’s been a good hunting. I’m low on ammo, though. I’ll call it a day. Fly safe.
- Sure, commander. It’s been a good hunting. I’m low on ammo, though. I’ll call it a day. Fly safe.
Partimos
cada uno por nuestro lado, con los asteroides pasando a pocos metros del casco mientras
saco la nave del anillo a toda velocidad, donde varias naves mineras tratan de ganarse
el sueldo pacíficamente, para dirigirme
al único lugar habitado del sistema: un sencillo puesto avanzado minero situado
en órbita de un gigante gaseoso a varios cientos de segundos luz de nuestra
posición actual.
La
imagen de la pantalla del monitor se detiene. Me gusta revisar las grabaciones
de los combates durante las guardias, y estudiar las posibles mejoras que
incorporar a la nave para hacerla más eficiente para el trabajo de un cazarrecompensas. Ese combate contra la Anaconda fue duro, pero salimos victoriosos. Sin embargo, me ronda la cabeza la idea de que el diseño de la Cobra Mk III de Faulcon deLacy no da mucho más de sí. Al fin y al cabo, no es una nave pensada para destacar en combate y durante unos instantes fantaseo con poder comprar una Fer-de-lance.
Mientras yo sueño despierto, Nakamura duerme. Seguro que ella sueña con ovejas eléctricas. 55.000 créditos. Hace unos meses eso era un mundo
para nuestra economía, solo el que ha sufrido para conseguirlos desde unos
inicios humildes lo sabe. Pienso en aquellos primeros días. El sonido de las teclas resuena en la silenciosa
cabina y el expediente del comandante Nebula aparece en pantalla. Tiene una pequeña
Eagle registrada a su nombre, recién estrenada. Grado de combate espacial: Casi
Inofensivo. Experiencia militar en
infantería y amplios conocimientos de armamento. Eso quizá sea útil más adelante…
La "Audaz", una Faulcon deLacy Cobra Mk III |
Cuando
decidí ampliar el negocio y buscar un socio dudé entre solicitar a la
Federación de Pilotos a alguien experto y bien situado o a alguien que estuviera
empezando. A la hora de tomar decisiones siempre es mejor ser el socio mayoritario,
así que decidí en consecuencia y la federación me transmitió este expediente, entre otros.
Ahora estamos esperando reunirnos con él, con la bodega llena de exóticos de
Bast, Vega y Zeessze para que nos escolte a nuestro destino, a más de 150 años
luz de distancia, donde transformaremos la carga en medio millón de créditos.
Lo que no sé es cómo le voy a decir a Nakamura que el trato con Nebula también incluye
cederle 4 toneladas de nuestro cargamento como pago por su trabajo… pero es que sé que el muchacho necesitará el dinero... los comienzos nunca son fáciles.
Me encanta, apuesto a que eres jugador de rol en mesa , y si no juegas deberías ;)
ResponderEliminarVenga hombre, si me has visto por ahí en el mecenazgo de RQ6... vaya cosas que me dices... ;)
EliminarOjalá tengamos relatos como los tuyos por nuestro Blog, voy a seguir leyendo... no puedo parar :P
ResponderEliminarSeguro que los tendréis, no cuesta mucho escribir unas cuantas líneas y poner unas cuantas imágenes. ¡Ánimo!
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