lunes, diciembre 21

26 Tocando tierra

FECHA GALÁCTICA: 16 de diciembre de 3301

El nombre de la estrella es Cervantes. Y de los cuatro planetas que la orbitan (Dulcinea, Quijote, Sancho y Rocinante) tan solo el más pequeño, Dulcinea, es apto para un aterrizaje. Los otros tres gigantes gaseosos serían una sentencia de muerte para la Astrea, que no podría soportar sin escudo térmico atmosférico una entrada en semejantes titanes.

Dulcinea es el planeta más próximo a la estrella y, a pesar de ser el más pequeño, es enorme, el doble de grande que la vieja Tierra. Carece de atmósfera y los cráteres de impactos meteoríticos salpican la superficie planetaria, que parece bastante plana. Solo en algunos puntos se observan depresiones y pequeños cañones de muy poca profundidad, con sedimentos de color claro en el fondo de los mismos.

- Aquí el comandante Nébula. Estoy a un par de saltos. Cambio.
- Recibido, comandante. Estamos a la espera, orbitando el planeta. Corto.

La Astrea trazando una orbita baja en el planeta Dulcinea, en el sistema Cervantes

La Viper de nuestro viejo amigo el comandante Nébula ha tenido que viajar un largo trecho hasta el sistema Cervantes, y el motor de salto de su navío no es ni la tercera parte de potente que el de la Astrea, que puede realizar saltos de más de treinta años luz. Pero la elección del sistema para probar por primera vez los nuevos vehículos de reconocimiento de superficie no ha sido casual, ni motivado por la cercanía o la presencia de determinada facción o potencia en el sistema. Siendo ambos de ascendencia española, una vieja nación de la Tierra, elegir este sistema para nuestro bautismo en el aterrizaje planetario y el uso de los VRS era una razón de peso, no desprovista de cierta nostalgia.

El nombre inicial del sistema, Mu Arae, a poco menos de cincuenta años luz de la Tierra, fue cambiado hace ahora casi exactamente mil doscientos ochenta y cinco años, a iniciativa precisamente de aquél viejo país llamado España, para homenajear al escritor de fama mundial y los principales personajes de su obra cumbre.

Con un radio de cerca de 12.000 km, Dulcinea tiene una intensa gravedad de 3,17 G.

El sistema Cervantes carece de otro interés más allá de este: una pequeña base espacial, Herreshoff Hangar, con economía de extracción y refinería, un mercado local bastante escaso y servicio de repostaje. Pocas rutas de comercio pasan por allí y no es muy visitado, salvo como sistema de paso a destinos más importantes.

Aproximación a la superficie de Dulcinea

Finalmente el comandante Nébula llega al sistema y ambos nos reunimos en la órbita baja de Dulcinea. Su gravedad es de 3.17 G, por lo que el aterrizaje debe hacerse de manera muy cuidadosa, y tendremos que sacar el máximo rendimiento de los motores de la nave, no solo para evitar daños en el aterrizaje, sino también para despegarnos de su superficie cuando demos por finalizada la expedición.

- Nakamura, trace un rumbo hacia esa zona de pequeños cañones poco profundos. Los sensores de la nave han detectado anomalías en esa zona.
- Tomo los mandos, comandante -contesta la joven por el intercomunicador desde la cubierta de abajo.

Compruebo en un instante como la nave gira y comienza la aproximación final al planeta, de forma suave. Las habilidades de pilotaje de Nakamura son cada vez mejores, y pronto estará lista para una licencia propia de la Federación de Pilotos. Tendría su propia nave... y ya no estaría conmigo en el puente de mando. De repente pensar en ello me hace sentir inquieto, incómodo.

- Comandante, las fuerzas gravitatorias son bastante potentes...
- Recibido. Tomo los mandos a partir de ahora -contesto rutinariamente.

Desde la Astrea posada sobre Dulcinea, observamos el aterrizaje del comandante Nébula en su Viper, levantando nubes de polvo que debido a la alta gravedad, parecen caer de nuevo al suelo a gran velocidad.

Tras las comprobaciones de rutina, dejo la nave en manos de mi primer oficial y me dirijo al hangar de vehículos de la Astrea. Dos vehículos de reconocimiento de superficie se hallan sujetos de los brazos hidráulicos del techo. Estos mismos brazos son los que los depositan en el suelo bajo la nave cuando se abre la compuerta inferior del hangar, una vez ha sido despresurizado para poder abrirse al exterior. Los vehículos tienen seis brazos que terminan en otras tantas ruedas, y están plegados hacia arriba, como las patas de un insecto recogidas para el vuelo. No en vano el modelo de estos VRS civiles ha sido denominado "Scarab": escarabajo. Entrando en uno de ellos, me ciño los cinturones y acciono el control de desembarque. El siseo del aire al desaparecer de la exclusa me prepara para el fuerte sonido que emite la escotilla inferior al abrirse, un sonido que los altavoces del VRS generan artificialmente dentro de la cabina, ya que el vacío del espacio impide que el sonido real se propague hasta nosotros.

El comandante Nébula también se me une sobre la superficie de Dulcinea en su propio VRS. Y mientras Nakamura se lleva de nuevo la nave a la órbita y el Viper de Nébula hace lo propio en piloto automático, nosotros rodamos unos minutos con los vehículos para hacernos con los mandos. Probamos también el control manual de la torreta defensiva, gastando unos cuantos proyectiles en volar algunas rocas, y comprobamos que los cañones gemelos de la torreta no son especialmente potentes. Están bien para enfrentarse a enemigos pequeños como drones de combate, pero no causarán muchos daños a una nave, y las posibles estructuras de la superficie requerirán de muchos impactos para ser destruidas.

Exploramos minuciosamente el territorio circundante, en busca de las señales recibidas desde el aire

Es el momento de poner a prueba el escáner de ondas que equipa el vehículo. Un paquete de sensores que apuntan hacia el frente de manera fija en la estructura delantera del VRS, reciben el eco de microondas del terreno circundante en un ángulo frontal aproximado de 120º. Los barridos devuelven un sonido y dejan una traza gráfica en el panel cuando detectan un material diferente al del terreno, y esto permite distinguir entre los distintos objetos. Enseguida descubrimos que llevará mucho tiempo de práctica aprender a identificar estos sonidos y trazas y asociarlos con los distintos objetos. Pronto descubrimos que los recursos materiales de origen mineral marcan siempre con una o varias líneas en la parte baja de la traza. Y nuestras naves y VRS marcan en la traza unas líneas en la parte alta y media. Entonces encontramos otras trazas en la parte intermedia exclusivamente: deben ser las anomalías detectadas desde la Astrea mientras sobrevolábamos la zona y que la computadora de la nave marcaba como círculos azulados.

Es el comandante Nébula el primero en encontrar el lugar, y me comunica mediante la radio su hallazgo:

- Veo lo que parece una estructura. Está bastante lejos, pero desde aquí parece una torre estrecha y de poca altura y dos o tres pequeñas estructuras.
- Investiguemos -respondo con decisión.

La aproximación es cautelosa. El comandante Nébula, experto en tácticas de combate de superficie, conduce su VRS en una trayectoria indirecta hacia el objetivo, con la idea de que nos aproximemos por dos flancos diferentes y así poder enfrentar a una posible amenaza desde dos ángulos. Pero conforme nos vamos acercando se hace evidente que el lugar está abandonado. Y que no es una torre y un par de pequeñas estructuras accesorias.

La desoladora visión de un naufragio. El recordatorio de que nuestras máquinas son frágiles y están a merced de los elementos.

Al final resulta ser un caos de metales retorcidos y restos de lo que en su día debió ser una nave. Ni siquiera somos capaces de reconocer el modelo original de la misma. Solo quedan restos erosionados por la potente radiación solar. Un par de contenedores y una sección completa de una bodega de carga semienterrada son los únicos elementos de interés que no han sucumbido al deterioro por la radiación. Los contenedores transportan café, pero la bodega que estaba intacta resulta estar vacía. Será mejor que volvamos.

Nuestro paseo sobre la superficie de Dulcinea ha sido interesante, pero encontrar un lugar de muerte y desolación nos ha dejado una sensación de desasosiego. ¿Sobrevivieron sus ocupantes al impacto y fueron rescatadas sus cápsulas de escape?. Nunca lo sabremos, pero de repente nos sentimos extremadamente solos y vulnerables en este planeta completamente deshabitado. Llamamos a nuestras naves, y cuando al cabo de un minuto ya están aterrizando en las proximidades, siento una tremenda sensación de alivio y una extraña prisa por volver a la seguridad de mi nave.

lunes, diciembre 14

25 Entre potencias anda el juego

FECHA GALÁCTICA: 10 de diciembre de 3301

La alférez Nakamura se sienta cruzando las piernas, apoyando la pequeña holoconsola sobre su rodilla derecha y pasando con rápidos movimientos de su índice las pantallas de datos, concentrada en los números y las gráficas. La mirada del tecnócrata de la Sirius Corporation recorre las curvas de su ajustado mono de vuelo y exhibe una sonrisa lasciva, que desaparece al instante cuando llamo su atención.

- Señor Boyega…

El hombre, un joven de raza negra, alto y corpulento, vuelve hacia mí la mirada tras su escritorio y me estudia unos instantes con cierta curiosidad. Probablemente se esté preguntando si Nakamura y yo tenemos algo personal además de profesional, y por extensión, qué puede ver una joven como ella en alguien ya entrado en años como yo. La cara de curiosidad comienza a parecer una mueca de suficiencia y superioridad, así que exhibo mi sonrisa torcida mientras le sostengo la mirada sin parpadear. Mis ojos dicen “he borrado del espacio a más de mil piratas, y he matado hombres mirándoles a la cara, a veces con mis propias manos“. Boyega traga saliva, y desvía nervioso su mirada hacia la holoconsola.

La Imparable pone fin a las operaciones de una nave de una de las potencias rivales de Li Yong-Rui

- Sí, comandante Escorpion, veo que son otros 50 millones de créditos… 205 millones en las últimas 5 semanas. Un registro de méritos impresionante, si me permite el cumplido.
- Y todos y cada uno de ellos por hacer pedazos en el espacio las naves de los oponentes de la Sirius Corporation, nada de transportar contratos o equipo industrial, si me permite la aclaración.

Naves de combate del Imperio intentaron impedir nuestras actividades en más de una ocasión, sin éxito ninguno.

El tecnócrata sonríe nervioso, tal vez imaginándose en el interior de una nave que, de repente y por azar, resulta estar en el objetivo de la mortífera Fer-de-Lance que Nakamura y yo pilotamos. Parece haber perdido todo interés en la alférez y centra toda su atención en despachar nuestro asunto.

Las naves de los burócratas de la Alianza eran detenidas, avisadas para que la tripulación las evacuara y luego destruidas.

- Pero, cuénteme comandante, ¿cuál es el motivo de que haya cesado su actividad? Le recuerdo que baja usted al rango 4 y por tanto su paga semanal pasa a ser otra vez de 5 millones de créditos en lugar de 50…
- Esto nunca fue un contrato en firme, ni nada me obliga a cumplir objetivos –me inclino hacia adelante en la silla para acercarme a la mesa mientras hablo. Es más, ni siquiera se marcan objetivos, sino que ustedes dejan que nosotros los marquemos… quizá sin organización ninguna. Su falta de control sobre las actividades de los agentes libres en los que confían su futuro es incomprensible para mí. ¿Qué le impide a cualquiera actuar en contra de los intereses de su corporación, aún militando en sus filas? Para alguien con formación militar como yo, su estructura de mando y control parece un juego de niños, y está condenada a la ineficiencia y al caos.
- Pero, los cuantiosos incentivos económicos… -balbucea intentando encontrar algo con lo que justificarse.
- No es tanto como parece –interviene Nakamura, mientras maneja los datos de su holoconsola. En el mismo tiempo que invertimos en trabajar para la Sirius Corporation atacando naves de las potencias rivales en sus sistemas, podríamos sacar más dinero con nuestra habitual actividad de cazarrecompensas. Sin ir más lejos tenemos por aquí cerca un lugar de extracción de recursos especialmente peligroso que rebosa de jugosas recompensas.
- Y además podemos hacer el trabajo a nuestro ritmo, sin un rígido plazo que cumplir –intervengo sin darle tiempo a réplica. Y, sinceramente, nos sentimos más útiles defendiendo a esas honradas naves mineras acosadas por los piratas.
- Pero también está la bonificación por los datos de exploración si se mantiene en el rango 5 –argumenta en un último intento de defender su postura. Se trata del triple de la cantidad habitual, y conozco su afición por realizar de vez en cuando escapadas hacia lo desconocido, capitán de fragata Escorpión.
- Claro, pero se olvida de algo muy importante –una mirada a Nakamura basta para cederle el placer de bajar de las nubes al tecnócrata.
- Una expedición seria de exploración requiere de varias semanas –procede a explicar la joven como si estuviera explicándoselo a un niño de 6 años-, y como usted sabrá, si al cabo de una semana no hemos acumulado los méritos correspondientes perderemos el rango 5 y por tanto la bonificación. ¿A qué clase de exploradores pretende beneficiar?, ¿a los domingueros que se dan un paseo a la vuelta de la esquina?, ¿o pretende que a la vuelta de una larga expedición comencemos de nuevo a adquirir el rango 5 sin descargar los datos de la computadora en todo ese tiempo?

Boyega aprieta los labios, resignado finalmente ante la evidencia.

- Créame que Sirius Corporation lamenta que un comandante con su historial deje de prestarnos servicio…
- No se equivoque, señor Boyega –prosigo en tono conciliador-, aun simpatizando con la Federación hemos decidido prestar servicio a la Sirius Corporation porque sus ideales nos parecen limpios, y proporcionan beneficios para que la humanidad domine el espacio con una tecnología superior y al alcance de todos. No descartamos seguir colaborando con ustedes y mantenernos en el rango 4. Si es así, tendrá noticias nuestras cuando entreguemos los registros de eliminación de las naves rivales de Li Yong-Rui como de costumbre.

La Corporación Sirius pone en manos de la gente la tecnología a buen precio, promoviendo el progreso y la exploración.

La despedida finalmente es cordial. Boyega sabe que necesita de los servicios de comandantes como nosotros, pero paradójicamente no tiene ningún control sobre los comandantes que le sirven y debe confiar en que se coordinen entre ellos por medios ajenos a ellos. Parecen unos aficionados.

La Imparable solo deja escombros a su paso, pero respetó a todos los comandantes de la Federación de Pilotos encontrados, que no fueron pocos

Y sin embargo, si de algo han servido estas semanas ha sido para poner finalmente a punto a la Imparable y probar en múltiples situaciones de combate las capacidades de una Fer-de-Lance. Todavía hay unos ajustes que hacer, pero con el dinero recaudado hay de sobra para terminar de equiparla y para hacerse con una nueva nave. La Fer-de-Lance es una excelente máquina de guerra, pero a veces para algunos trabajos es necesaria una nave más polivalente, que mantenga una potencia de fuego respetable pero que además sea capaz de transportar carga, tener una autonomía y capacidad de salto superiores y poder transportar un vehículo de reconocimiento de superficie.

En el interior de uno de los bares de la estación Flade Enterprise, mi primer oficial y yo bromeamos y bebemos recordando al pobre tecnócrata de la Sirius que acabamos de dejar desmoralizado en su despacho.

- Nakamura, olvidemos por un momento los negocios y brindemos por su ascenso a alférez.
- Oh, gracias, brindemos también por su ascenso a capitán de fragata, le recuerdo que todavía me debe la invitación...
- Eso fue hace ya tiempo… de hecho pronto seré ascendido a capitán de navío. Será mejor que brindemos por algo más reciente. Por la Medusa.
- ¿La… Medusa?, ¿a qué se refiere? -la cara de Nakamura refleja su confusión.

La Medusa, una Python de los astilleros Faulcon deLacy

Señalo con el mentón hacia la ventana. La joven se gira y contempla las líneas de una Python en el exterior del muelle 45. Varios operarios están terminando de instalar el armamento y los últimos módulos y otro grupo se prepara para pintarla. Cuando vuelve la cabeza, su sonrisa es la de una niña a la que su padre le hubiera comprado un potro. Sin saber por qué, vuelvo a pensar en Boyega y en cómo la miraba. Y también en que en efecto tengo la edad de ser su padre.

lunes, agosto 31

24 Asesino con mala conciencia

FECHA GALÁCTICA: 13 de agosto de 3301

De nuevo en el tajo. Hoy estamos centrándonos en lucrativas misiones de eliminación de grandes presas. Líderes piratas principalmente. El pago de dichas misiones supera los 100.000 créditos de forma rutinaria, y a eso debemos sumarle la recompensa que las distintas jurisdicciones ofrecen por semejantes desechos de la sociedad. Es fácil que una de estas misiones de asesinato termine reportándonos en total cerca de medio millón de créditos, que no es nada despreciable. Y estamos en la estación Berezovoy Gateway precisamente buscando misiones de ese tipo en el tablón cuando encuentro algo interesante.

Eliminar a un prisionero fugado... y pagan bien.

- Nakamura, aquí hay una interesante. Se trata de un fugitivo al que hay que eliminar, y la paga no es mala. Un tal Matthew Guy.
- Mmm -gruñe mi primer oficial con desinterés.

Me giro a mi izquierda y vuelvo la cabeza para mirarla. Su posición en la Fer-de-lance también me resulta incómoda... siempre termino echando de menos aquella vieja Cobra en cada nave que piloto. Compruebo que en su rostro juvenil aparece un gesto de suspicacia.

- ¿Qué ocurre ahora? -digo con cierta exasperación-. Pagan más de 100.000 créditos y es un tipo buscado por la justicia. Nos mantenemos dentro de la legalidad... acordamos que nada de contratos que nos sitúen al margen de la ley.
- Ya...

Ella dice "ya" y aunque no lo pronuncia, su mirada dice "pero".

- Hable con franqueza, subteniente.
- Pues verá comandante, no sabemos nada de ese tal Matthew Guy. No sabemos por qué estaba cumpliendo condena. Tampoco de las condiciones de su huida. Podría ser un simple comerciante que se pasó de listo con el contrabando una vez para alimentar a sus hijos... podría ser un jovenzuelo que se creía invulnerable y se pasó de velocidad con la nave el día que le entregaron su licencia... o incluso alguien a quien le han tendido una trampa, y han dejado escapar fácilmente para que otros puedan eliminarlo legalmente haciendo el trabajo sucio de los poderosos. Alguien como nosotros.

Parpadeo varias veces antes de contestar.

- O puede ser un pirata al que han capturado y ahora está de nuevo libre deseando hacer de las suyas. Uno de esos piratas que llevamos eliminando durante meses. No se hable más: cogemos el contrato.

A pesar de mi decisión, las palabras de Nakamura sacuden mi conciencia. Reviso los detalles de la misión, pero en efecto no hay mucha información sobre el objetivo.

No dan muchos detalles sobre el tal Matthew Guy, solo que lo quieren muerto.

El viaje al cercano sistema BD+49 1280 es rápido y sin contratiempos. Sin embargo, encontrar al tal Matthew Guy no es fácil en absoluto. Patrullamos en supercrucero incesantemente escaneando nave tras nave, y nada.

En ocasiones encontramos algún objetivo interesante: una Python y una Federal Dropship caen por un par de buenas recompensas. Pero ni rastro del objetivo. Entonces observo una señal sin identificar y tengo un presentimiento.

- Nakamura, rumbo a esa señal sin identificar.
- No se trata de una señal fuerte, no creo que encontremos allí uno de esos artefactos desconocidos que...
- No se trata de eso. Matthew Guy podría estar ahí.
- Ya. Y el saboteador del Starship One también. En fin...

A pesar de sus quejas, salimos de supercrucero para examinar la señal y detectamos un contacto en el radar, pero inicialmente no tiene la intensidad suficiente para una identificación. Por la distancia, debe ser una nave pequeña. Tomo los mandos y giro ciento ochenta grados para enfocar directamente con el paquete de sensores frontales... una Viper... Matthew Guy. Bingo.

Echo una mirada de autosuficiencia a Nakamura, que aprieta los labios en un gesto que me basta como aceptación de su derrota por el comentario sarcástico de antes. Entonces observo su rango de combate: Novato.

- Vaya, tenemos delante al Terror de la Galaxia en su poderosa Viper... ¿no tiembla ante él comandante? Me extraña que solo ofrezcan poco más de 100.000 créditos de recompensa -Nakamura también ha visto su rango y vuelve a la carga con el sarcasmo.

Y lo cierto es que ahora me asaltan las dudas. Sea o no un pirata, lo cierto es que no es precisamente temible. No es el tipo de contratos a los que estamos acostumbrados: un líder pirata en una peligrosa Anaconda armada hasta los dientes, Python equipadas para la guerra en zonas de combate... navíos y pilotos peligrosos que ponen al límite las capacidades de nuestra nave y nuestros reflejos.

Y justo cuando ya casi me había convencido de que no merecía la pena mancharnos con la sangre de este infeliz, entonces el muy idiota abre la boca.

- ¿Qué estás transportando? Nada ni nadie puede pararme...

Nuestros sensores detectan un escaneo de la nave y procedo a desplegar el armamento.

Si Matthew Guy tuvo alguna oportunidad de salir vivo de esta, el tamaño de su boca la ha malogrado

Me giro lentamente hacia Nakamura con la ceja levantada y mi primer oficial levanta la mirada y resopla, negando con resignación.

- Es idiota. Solo por ayudar a la selección natural, debemos cumplir esta misión.

Nakamura no responde, y el que calla otorga.

El pobre Matthew Guy no llega a disparar ni un solo tiro. Ni siquiera me empleo a fondo y me tomo mi tiempo para acabar con él. Para darle una oportunidad. Pero ni tan siquiera intenta escapar. Tal como esperaba, su recompensa no es muy alta: 22.000 créditos aproximadamente.

Volvemos a la base espacial y cobramos el trabajo, pero las palabras de Nakamura han calado hondo y han sembrado la duda en mi conciencia. A partir de ahora, sólo líderes piratas. Es mejor negocio para el bolsillo y para la conciencia.


sábado, agosto 8

23 Punta de lanza

FECHA GALÁCTICA: 1 de agosto de 3301


Es el quinto día que logro sobrevivir en este extraño lugar. Parece la Tierra. Definitivamente es la Luna la que sale cada noche, pero no es realmente la Tierra. No la actual. He conseguido fabricar algunas herramientas y algo de ropa para protegerme de los elementos y cazo con una lanza que he fabricado con una rama, pedernal y fibras de plantas. Estoy acechando un ejemplar de una especie de pájaro grande y torpe cuyas alas atrofiadas no le permiten volar. Es entonces cuando las oigo: pisadas rápidas a mi espalda. Al girarme, veo al dinosaurio bípedo corriendo hacia mi a gran velocidad, las fauces abiertas y las garras extendidas hacia mi. Paralizado por el terror durante una fracción de segundo, reacciono lo suficientemente rápido como para interponer la lanza y el monstruo, aproximadamente de mi tamaño, grita por el dolor y retrocede unos pasos. Pero no ha terminado su ataque. Vuelve a atacar y vuelvo a defenderme con la lanza. La criatura repite su ataque, cauta. Y entonces se me eriza el pelo de la nuca cuando descubro que otro compañero suyo me ha flanqueado y ya está saltando sobre mi por la espalda. Intento agacharme para evitarlo, pero las garras de sus poderosas patas se clavan en mi muslo. El otro se lanza al ataque también, ahora que estoy en el suelo. Intento sacar el hacha de pedernal... pero es tarde. E inútil. Se lanzan sobre mi una vez más, hundiendo sus garras de nuevo, y ahora también muerden y arrancan trozos de carne de mi cuerpo...

Un mundo paradisíaco, y a la vez mortífero.

Apago la holocubierta. La sensación es tan real que estoy sudando y me tiembla el pulso. Siento un cosquilleo en las zonas donde supuestamente los dinosaurios me han rasgado y mordido... y no puedo dejar de pensar en que, a pesar de ser solo un juego, puede perfectamente ser posible que en algunos mundos inexplorados, ahí fuera en la inmensidad de la galaxia, pueda darse un escenario así. ¿Qué ocurriría si nos quedáramos varados en un planeta así?, ¿cómo sobreviviríamos una vez que se acabaran las provisiones y la energía o la munición de nuestras armas modernas?. Espero no tener que comprobarlo.

Esta nueva nave es una maravilla. Una nave de combate, pero equipada con acabados de lujo, de los cuales la holocubierta es solo un ejemplo. Un capricho caro, hay que admitirlo.

- Comandante, la nave está a punto.

El comunicador de la holocubierta me trae nítida la voz de Nakamura. Se acabaron las vacaciones. En estas tres semanas y pico que hemos tardado en preparar y acondicionar la "Imparable", una Fer-de-lance de los astilleros Zorgon Peterson, hemos estado más bien ociosos. Pero el desembolso de más de cincuenta millones nos ha dejado con apenas dinero para pagar el seguro y algo para combustible y munición. No hemos vendido ninguna de nuestras otras dos naves, ni tenemos intención de hacerlo de momento, por lo que necesitamos liquidez para mantener esta preciosidad. Hay que ponerse a trabajar.

La Imparable, una Fer-de-lance de los astilleros Zorgon Peterson.

La nave, tal como está, no puede decirse que esté optimizada al máximo, pero hemos invertido bastante dinero en poner armamento decente, mejores escudos, impulsores, motor de disformidad, etc. Aunque su potencial de combate no haya alcanzado su máximo, ya está lista para ponerla a trabajar. Y el sistema LHS 28 vive en estos momentos una guerra civil... oportunidad de oro para probarla en combate. Por supuesto, tomaremos partido por la facción de la Federación, LHS 28 commodities, en la guerra contra Brothers of LHS 28.

- Todos los sistemas activados, comandante. Despegando en 3, 2, 1... abandonando plataforma. ¿Rumbo?

Nakamura está radiante. La nueva nave le gusta como a un niño una bicicleta nueva. Se ha cambiado el tono azul de su pelo por su negro natural y se lo está dejando largo. Curiosamente se le ondula al crecerle tanto.

- ¿Rumbo, comandante?
- Ehm... ah, sí. Rumbo a LHS 28 5, allí se está desarrollando una batalla en estos momentos... excelente lugar para probar la nave.

De camino, un idiota en una Viper nos intercepta y trata de robarnos. Algunos piratas están muy mal de la cabeza. Lo convertimos en polvo en segundos, transformando su nave en 33.000 créditos de recompensa. Y ya en la zona de conflicto, destruimos en rápida sucesión una Eagle y luego una Python, que contra todo pronóstico nos causa ciertos problemas. Todavía no nos hemos acostumbrado a la nave, y las semanas de inactividad pasan factura. Debemos retirarnos para hacer reparaciones, pero antes de eso, nos enfrentamos a una Cobra y luego una Federal Dropship para probar la nave contra ese tipo de navíos. Regresamos al puesto avanzado de Hedley City a cobrar los 120.000 créditos en bonos de combate, reparar la nave, cargar munición y planificar nuestro siguiente movimiento.

LA Python enemiga nos cuesta más trabajo de la cuenta, pero al final cae ante nuestros láseres.

Tras cobrar, decidimos examinar los contratos del tablón de anuncios. Tal vez debamos buscar algo de variedad en las misiones para ver cómo se comporta la nave en distintas situaciones. Además, con tanto tiempo inactivos por las vacaciones, debemos hacerle saber a la Federación que todavía estamos de su lado y formamos parte de la Armada Federal Auxiliar. Aceptamos una misión para matar 4 piratas en el cercano sistema de Capella y nos ponemos en marcha.

- Nakamura, me encantan estas misiones con doble paga: una del que contrata, y la recompensa por la escoria eliminada...
- Sí, son un negocio redondo -dice mi primer oficial sonriendo-. Siempre que... mmm... un momento. Comandante, señal potente allí delante.

Nakamura me mira con la ceja levantada. Sabe que sigo pensando de vez en cuando en esos artefactos de origen desconocido que hace meses nos tuvieron rastreando convoyes de la Federación que los transportan en secreto. Estuvimos a punto de capturar uno... y todavía tengo esa picazón. Hago un asentimiento con la cabeza y Nakamura cambia el rumbo.

Salimos de supercrucero preparados para encontrarnos con un convoy militar, pero resulta ser un convoy de cargueros. Todo parece normal, pero aún así hacemos un escaneo de rutina y descubrimos a un tal Joe Destry buscado por la justicia. Entre los corderos se oculta el lobo. Cuando comprobamos que la cantidad a pagar es de 124.800 créditos nos lanzamos al ataque.

Entre los corderos, se oculta el lobo.

Llegamos al sistema Capella y pasamos por Matthews Base, no solo para cobrar la recompensa, sino que además de la misión de eliminar piratas, podríamos coger varias misiones más y optimizar nuestro tiempo. Y las encontramos: 183.000 Cr. por asesinar al líder pirata Ulla Varpu, que aceptamos de inmediato. No hay más misiones interesantes aquí, así que vamos a pasar por todas las estaciones y bases del sistema.

Aterrizando en Matthews Base, en el sistema Capella.

De camino a Charles Orbiter nos encontramos una señal sin identificar y decidimos investigarla: casualmente es Ulla Varpu en su Anaconda. El combate es rápido e intenso, pero nuestra potencia de fuego concentrándose en su planta de potencia nos consigue los 355.000 Cr. de recompensa, además de lo que pagan por la misión: en total más de medio millón de créditos. Y dado que Ulla Varpu es un pirata, ya solo nos quedan por eliminar 3 más para la otra misión.

La Anaconda de Ulla Varpu, el temido líder pirata local, no ha sido rival para la Imparable.
Aterrizamos en Charles Orbiter y encontramos otra misión de asesinato interesante: esta vez es la líder pirata Glenda. La aceptamos y salimos a buscar piratas en el sistema. Por fin encontramos una señal sin identificar en la que nos encontramos a un cazarrecompensas, una nave de la autoridad del sistema y una Eagle pirata. La destruimos fácilmente. 2 piratas más y listo. Encontramos una Type-7 contrabandista y la eliminamos para obtener 35.000 Cr. adicionales. Al fin encontramos unos piratas perseguidos por un par de naves de la policía del sistema. Destruimos una Eagle y un par de Sidewinders y la misión queda completada. Y no nos olvidamos de nuestra amiga Glenda...

Otra Anaconda armada hasta los dientes que cae rápidamente bajo nuestro fuego.
Es hora de regresar a LHS 28 a terminar de cobrar lo que nos queda pendiente. Una vez allí, y con todo cobrado, de nuevo tomamos partido por LHS 28 commodities en la guerra civil contra Brothers of LHS 28, pero esta vez con un contrato de 353.000 Cr. de por medio para matar 6 naves, además de los bonos de combate. En total, hoy hemos conseguido dos objetivos: incrementar en un par de millones de créditos nuestra liquidez y probar en combate la nave. Definitivamente, es una nave que hace honor a su nombre, y no solo por las formas de su fuselaje: es una excelente arma ofensiva.

miércoles, julio 15

22 Buscando el paraíso

FECHA GALÁCTICA: 30 de junio de 3301
DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 2.819 años luz


Las líneas de ruptura del cristal de la cúpula han comenzado a aparecer hace un par de días. Es inevitable cometer errores al repostar, o al aproximarnos demasiado a un planeta o satélite cuando lo estamos escaneando, o simplemente, tener mala suerte y aparecer demasiado cerca de una enana blanca o entre dos estrellas de un sistema multiestelar.

- Comandante, ¿corremos peligro?

La primer oficial de la "Astrea" mantiene la calma. Su pregunta es una mera cuestión de necesidad de conocer el estado de la nave, no un signo de miedo o preocupación. Aunque el asunto puede llegar a ser muy peligroso: a esta distancia de los sistemas habitados perder la presurización de cabina significaría tener que abandonar la nave, y con ella los datos de más de 500 sistemas que ya llevamos explorados en esta expedición.

- De momento todo está en orden, Nakamura. Estamos llegando al tramo final de nuestra expedición y ningún sistema baja del 90% de rendimiento.
- ¿Cómo van de piezas los autorreparadores?

Un par de gestos de mi mano y la información de los módulos aparece en el panel izquierdo.

- Uno de los autorreparadores ya ha consumido su dotación. El otro aún tiene un tercio, pero los reservaremos para las emergencias. ¿Combustible?
- 100% comandante. Listos para saltar.
- Excelente, saltando en 3, 2, 1...

Acabamos de abandonar el sector de la nebulosa NGC 7822 y su cúmulo estelar. Todos los sistemas circundantes están ya explorados por pioneros desde hace ya tiempo, así que hay que alejarse un poco antes de que comencemos a navegar por sistemas totalmente inexplorados por el hombre.

- Comandante, eche un vistazo este planeta...
- ¡Por todos los...! ¡parece un mundo similar a la Tierra!, ¡al fin!


Al fin, encontramos un mundo similar a la Tierra, un motivo de júbilo aunque no seamos sus descubridores.

Escaneamos el sistema a fondo, pues son varios los planetas valiosos que podemos encontrar aquí. Pero más allá de todo ello, trazamos un plan para este último tramo: en los trayectos a las nebulosas que nos quedan por observar, estudiaremos el mapa galáctico para intentar visitar estrellas del tipo espectral G, como el Sol. Será más probable encontrar mundos similares a la Tierra si visitamos el mayor número posible de estrellas de similar clase estelar.

DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 2.394 años luz

Aún así, y tras visitar más de diez estrellas de tipo G, llegamos junto a la nebulosa de la Caverna sin encontrar otro mundo similar a la Tierra. Ponemos rumbo a la nebulosa Trompa de Elefante.


Nebulosa de la Caverna

DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 2.711 años luz

Junto a la nebulosa Trompa de Elefante encontramos un sistema estelar compuesto por cuatro estrellas y numerosos planetas. Uno de ellos, un mundo acuático, firme candidato para ser terraformado.


Nebulosa Trompa de Elefante

DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 2.104 años luz

Sistema PLAA EURK NN-R B47-0. En cuanto llegamos y observamos los cuerpos celestes del sistema, nos llama la atención un planeta pequeño situado a media distancia de la estrella.

- Nakamura, creo que tenemos otro mundo similar a la Tierra... y me juego algo a que este no ha sido aún descubierto.
- ¡Démonos prisa comandante!

No perdemos ni un minuto en escanear el pequeño planeta. Los datos que el escáner comienza a arrojar lo confirman: un mundo similar a la Tierra, aunque por los pelos, si atendemos a sus características.

Al fin podemos ser los primeros descubridores de un planeta similar a la Tierra.

- Vaya, hace fresquito ahí abajo, Nakamura: no llega a 3º C la temperatura media.
- ¿Y qué me dice del periodo orbital, comandante? tarda tan solo 69,7 días terrestres en dar la vuelta a su estrella...
- Y lo peor no es eso, subteniente: tarda lo mismo en girar sobre su eje, lo que significa que una de sus caras siempre está expuesta a la radiación solar y la otra permanentemente en sombra.
- Al menos la composición de su atmósfera permite a los humanos respirar, aunque la presión sea muy baja.
- Sí, eso y una gravedad de un tercio de la terrestre no harán cómoda la vida allí abajo. Pero al menos se podrá vivir allí abajo... ¿qué flora y fauna tendrá? Sería estupendo bajar allí abajo y dar una vuelta por la superficie...

Adiós pequeño y lejano paraíso, tal vez algún día pise tu superficie.
Fantaseamos durante un rato mientras terminamos de escanear el resto de planetas del sistema. Pero finalmente llega el momento de despedirse de nuestro hallazgo. Pensamos que quizá sería el único del viaje, pero aún quedaban algunas sorpresas por el camino.

DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 1.971 años luz

Nuestra llegada al sistema PLAA EURK IS-B D13-27 es similar al encuentro anterior: una estrella de tipo adecuado, un número similar de planetas valiosos, y uno de ellos con aspecto de ser similar a la Tierra, que el escaneo posterior confirma como un hecho.

- Este sí que es prometedor Nakamura: temperatrua media de unos 26º C, rotación sobre su eje de 1,2 días terrestres... quizá el periodo orbital algo largo: 826 días terrestres.
- La presión del aire es de 1,2 atmósferas, razonablemente similar a la de la tierra. Y la gravedad algo más de la mitad de la terrestre. En general mejor que el anterior, aunque aún con ciertos inconvenientes, comandante.

De nuevo permanecemos en silencio mirando el planeta desde nuestra nave, deseando poder bajar para examinar su flora y su fauna.
Un nuevo planeta similar a la Tierra del que podemos ser descubridores, cerca de las nebulosas Norteamérica y Pelícano



DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 1.899 años luz

En tres saltos alcanzamos un sistema muy próximo a las nebulosas Norteamérica y Pelícano. El comandante Loren Lovanchi aparece como descubridor del sistema NORTH AMERICA SECTOR GW-W D1-11, creo recordar su nombre de algún lugar. Tal vez hayamos coincidido en la Federación de Pilotos...

La nebulosa Norteamérica.

Mientras permanecemos en órbita de un planeta acuático tras escanearlo convenientemente. Observamos ambas nebulosas, muy cercanas la una de la otra. Con la cámara externa tomamos varias imágenes que se van archivando en el registro de la expedición.

La nebulosa Pelícano.

DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 1.825 años luz

Nos desviamos un poco para poder pasar cerca de la región Sadr y obtener algunas imágenes adicionales. Estas pequeñas nebulosas están al paso de las demás nebulosas de más importancia y no perdemos demasiado tiempo al incluirlas en la ruta.

La región Sadr

DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 1.942 años luz

Definitivamente la técnica de seleccionar rutas que pasen por estrellas de tipo espectral F, G y K está resultando realmente provechosa. Vamos camino de la nebulosa Velo Este y llegamos al sistema SIFI RM-W D1-114 para descubrir que otro mundo similar a la Tierra inexplorado nos espera allí. El primer planeta, con una rotación de exactamente 1 día estándar, un periodo orbital de 589 días estándar, una agradable temperatura de cerca de 27º C y un 20% de oxígeno en una atmósfera de presión casi igual a la de la Tierra, es el planeta más parecido a nuestro hogar de los cuatro que hemos encontrado hasta ahora. La gravedad vuelve a ser aquí la nota discordante: algo más de un tercio de la terrestre. Aún así, nos preguntamos qué criaturas vivirán allí abajo...

Otro pequeño paraíso que dejamos atrás

DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 2.004 años luz

La llegada a la nebulosa Velo Este marca el punto de retorno para nuestra expedición. A partir de aquí, todo lo que queda por recorrer es en dirección a la zona habitada.

La nebulosa Velo Este tras un planeta con anillos.

DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 1.480 años luz

Alcanzamos la nebulosa Velo Oeste y nos recreamos contemplando sus vivos colores y su forma alargada y sinuosa, como si fuera una medusa de proporciones cósmicas.

No hay duda de que la nebulosa Velo Oeste tiene unos de los colores más vivos que hemos visto.

DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 604 años luz

Prácticamente estamos de vuelta. Los sistemas han aguantado razonablemente bien y exploramos la última de las nebulosas: la LBN 623, una nube de polvo cósmico que se observa de un curioso color púrpura por la radiación de las estrellas próximas.

La cercana nebulosa LBN 623 tiene un curioso color púrpura.
Siempre que llega este tramo de la expedición, el regreso a la zona habitada, es un momento de gran tensión. En circunstancias normales atracaríamos en el primer puesto avanzado que nos encontráramos para descargar los valiosísimos datos cartográficos que transportamos, después de haber visitado cerca de 600 sistemas estelares. Pero dado que estamos participando en la expedición Gran Sirio, debemos llegar hasta Lembava para descargar allí nuestros datos. Eso significa cruzarse con muchas naves... que pueden ser hostiles.

Un salto tras otro y llegamos ante la estación sin ninguna incidencia. Curiosamente, tras cerca de cuatro semanas de expedición, entrar en una estación espacial se me hace extraño, y tengo que poner especial cuidado en la maniobra para evitar un disgusto por un accidente estúpido. La exposición a la ingravidez prolongada también ha hecho mella en nuestros sentidos. Sentir la gravedad de nuevo y caminar soportando nuestro peso es algo a lo que tardamos unas horas en acostumbrarnos.

Descargamos los datos en Universal Cartographics y comprobamos nuestros resultados:

Total sistemas visitados: 592
Dinero ganado con los datos: 19,5 millones
Posición alcanzada en la misión: 40% (4,5 millones)
Total créditos obtenidos: 24 millones

- ¡Vaya, no ha estado mal, comandante!
- Sí, y adivine una cosa... estamos en los dominios de Li Yong-Rui, cuya política de exención de tasas en todos los equipos tecnológicos hace que las naves y módulos sean un 15% más baratas que en otros sistemas.
- Eso significa...
- ...que con 57 millones podemos permitirnos alguna nave adicional, Nakamura, Vamos a celebrarlo.

Mientras bajamos de la "Astrea", que será sometida a una profunda revisión y reparación de sus sistemas, un icono parpadea sobreimpresionado en mi campo visual gracias a los implantes de comunicaciones que me enlazan con la nave. Levanto una mano para informar a Nakamura que estoy ocupado mientras procedo a leerlo en mi proyector holográfico portátil.

- Escucha esto: la Federación de Pilotos me acaba de enviar un mensaje informándome de que he sido ascendido al rango de Descubridor.
- Enhorabuena comandante. Espero que tengan sake en algún garito de esta estación... porque le toca invitarme...

Segundo viaje de exploración Elige: Dangerous


viernes, julio 3

21 Objetivo: NGC 7822

FECHA GALÁCTICA: 18 de junio de 3301
DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 1.440 años luz

El trecho a recorrer desde la nebulosa California al cúmulo estelar donde se sitúa la nebulosa NGC 7822 es bastante largo. Por el camino son varios los agujeros negros que se nos presentan para ser escaneados, como el del sistema HD 232977.

El escaneo de agujeros negros en esta expedición está siendo algo relativamente común.

Pero comienzo a pensar que encontrar agujeros negros es relativamente sencillo comparado con la odisea que está resultando ser el encontrar un mundo similar a la Tierra. Conforme vamos acercándonos a la nebulosa NGC 7822 (que es visible desde mucha distancia debido al cúmulo estelar donde se encuentra), nos encontramos distintos tipos de planetas, pero ninguno de ellos resulta ser un mundo similar a nuestra vieja Tierra.

Un planeta aún en periodo de formación, y al fondo el cúmulo estelar de NGC 7822.

Encontramos algunos planetas que todavía muestran claramente estar en un periodo de formación. Probablemente pasen aún millones de años hasta que se estabilicen geológicamente, pero en este estadio ya son explotables debido a su alto contenido en metales, siempre que la corporación correspondiente asuma los riesgos que conlleva trabajar en su superficie.

Planetas ricos en metales, con atmósferas o sin ellas, de camino a NGC 7822.

Sin duda los más abundantes son los planetas rocosos sin atmósfera y los mundos helados. Pero estos carecen totalmente de interés. Los siguientes planetas más comunes son aquellos ricos en metales. Unos pocos con atmósfera y otros, la mayoría, sin ella. Algunos de estos planetas con atmósfera pueden reunir las condiciones suficientes como para hacer viable un proceso de terraformación. Procuramos escanear todos los que podemos.

Los mundos acuáticos son los más cercanos a las condiciones terrestres.

Cuando encontramos mundos acuáticos no desperdiciamos la oportunidad de escanearlos. Muchos de ellos son fácilmente terraformables y por tanto un potencial hábitat para la humanidad muy valioso. Sin embargo, son raros de encontrar y siempre es un acontecimiento encontrar uno.

Un gigante gaseoso rodeado de un anillo.

Los gigantes gaseosos suelen estar rodeados de conjuntos de anillos que pueden ser fuente de valiosas materias primas. Procuramos escanearlos a menos que se hallen demasiado lejos como para perder mucho tiempo en el viaje. Sus condiciones geológicas hacen imposible la vida humana en la superficie de estos cuerpos celestes, más cercanos a la morfología de las estrellas que a la de los planetas.

Este gigante gaseoso alberga vida basada en el agua en las capas altas de su atmósfera.

Si bien los gigantes gaseosos son incompatibles con la vida humana, algunos pueden albergar formas primitivas de vida que los exobiólogos encuentran fascinantes.

Mundo de amoniaco, una rareza casi tan infrecuente como los mundos similares a la Tierra.

¿Y qué decir de los mundos de amoniaco? Son casi tan raros de encontrar como los mundos similares a la Tierra. Su clima es muy parecido al de la vieja Tierra, aunque sustituyendo el vapor de agua por amoniaco como gas principal. Así, tienen lagos y océanos de amoniaco en su superficie y nubes de amoniaco en su atmósfera. Su clima es bastante más frío que el de la Tierra, y probablemente puedan soportar vida alienígena basada en el amoniaco.

DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 2.780 años luz

Finalmente llegamos a las inmediaciones de la nebulosa NGC 7822. Un examen detallado de los brillantes sistemas (principalmente estrellas de tipo espectral O) que forman el cúmulo estelar que atraviesa la nebulosa como una flecha, revela que muchos de ellos contienen agujeros negros. Un hallazgo interesante y económicamente beneficioso, pues los datos de estas singularidades se pagan muy bien por Universal Cartographics. Contamos más de 20 agujeros negros y nos aplicamos a recorrer todos los sistemas escaneándolos uno tras otro. Algunos de ellos están bastante alejados de la estrella principal, pero el tiempo perdido en viajar hasta ellos será compensado por los datos obtenidos y el dinero que representan.

Planeta rico en metales y candidato a ser terraformado, junto a la nebulosa NGC 7822 y el cúmulo estelar donde se ubica.

Tardamos bastante en finalizar este cuarto tramo debido a la minuciosa exploración de los numerosos agujeros negros del sector, pero al fin acabamos y nos disponemos a acometer el quinto y último tramo de nuestro viaje, que nos llevará hasta las nebulosas de la Caverna, Trompa de Elefante, Velo y finalmente... a casa.

Decimos adiós a la nebulosa NGC 7822 y al cúmulo estelar en el que se encuentra.

jueves, junio 25

20 Cuando la negrura más absoluta amenaza con tragarte

FECHA GALÁCTICA: 10 de junio de 3301
DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 1.076 años luz

La magnitud del tirón gravitatorio del agujero negro nos pilla por sorpresa. La nave se precipita peligrosamente hacia la mortífera singularidad mientras forcejeo sin éxito con la palanca de control y la potencia del motor de disformidad para intentar cambiar la trayectoria.

El agujero negro de HD 35051 amenaza con despedazarnos...

- Nakamura, no puedo corregir la trayectoria... vamos a pasar demasiado cerca... ¡salida de supercrucero!
- ¡La radiación es muy intensa!
- ¡Concéntrese Nakamura!

Es demasiado tarde: la computadora de la nave desconecta de forma automática el motor de disformidad y salimos de la velocidad de supercrucero violentamente y sin control. Los sonidos del metal bajo el exceso de presión gravitatoria suenan como un triste lamento de la "Astrea". Aún aturdido, reviso los sistemas con un rápido vistazo para valorar nuestra situación.

- Alineando con vector de escape. Máxima potencia a impulsores. ¿Qué le queda al motor de disformidad?
- Treinta segundos hasta finalizar la refrigeración de emergencia.
- Estamos demasiado cerca... nos sobrecalentamos. Nakamura, lance un disipador de calor a mi señal.
- Recibido comandante.

La temperatura de la nave sube peligrosamente mientras la nave se precipita hacia el horizonte de sucesos, incapaz de alejarse de él sin utilizar la velocidad de supercrucero.

- Temperatura a 120% y subiendo...
- ¿Lanzo el disipador, comandante?
- Negativo. Hay que esperar un poco más... solo un poco más.

Calculo mentalmente el momento idóneo de lanzarlo: demasiado tarde y sufriremos daños adicionales que podríamos evitar, demasiado pronto y la temperatura volverá a subir a límites peligrosos antes de que el motor de disformidad esté listo para ser activado, obligándonos a lanzar otro disipador.

- Lance disipador en tres, dos, uno... ¡ahora!
- Disipador lanzado.
- Activando motor de disformidad.

La cuenta atrás suena como una música celestial. La nave comienza a acelerar y a alejarse lentamente del agujero negro. La temperatura sigue ascendiendo peligrosamente, pero lo hace a un ritmo cada vez menor. Finalmente se estabiliza y comienza a descender. Estamos a salvo. Por ahora.

DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 1.045 años luz

Nuestro último encuentro con un agujero negro nos lleva a ser mucho más cautelosos esta vez. En el sistema HD 32641 encontramos otra singularidad que analizar, pero ponemos mucho cuidado para evitar daños adicionales en la nave.

La "Astrea" se mantiene esta vez a una distancia prudencial.

En el camino a la nebulosa California es seguro que aún vamos a encontrarnos con varios agujeros negros adicionales. No podemos permitirnos ni un fallo más en la aproximación a estos peligrosos fenómenos. La "Astrea" monta dos módulos de autorreparación, pero esta expedición por las nebulosas cercanas se va alargar todavía cerca de tres semanas. Debemos ser más cuidadosos y reservar nuestros recursos.

DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 951 años luz

Sistema HR 19201. Una estrella blanco-azulada de clase espectral B y 2 agujeros negros. Es la primera vez que encontramos un sistema con más de un agujero negro.

El sistema HR 19201 carece de planetas aprovechables, pero conviven dos agujeros negros y una estrella de clase B.

A pesar de que el sistema carece totalmente de planetas o cinturones de asteroides aprovechables para la minería, decidimos investigar los dos agujeros negros.

Con la nebulosa California de fondo, el primero de los agujeros negros de HR 19201 tiene una apariencia fantasmagórica.

El primero de ellos está próximo a la estrella principal. Ambos giran formando un sistema binario entre ellos, que a su vez gira en armonía con el tercer cuerpo celeste.

Con el segundo agujero negro escaneado, nos marchamos del sistema.

Para escanear el segundo agujero negro tenemos que recorrer cierta distancia, pero finalmente llegamos a sus inmediaciones y extremando las precauciones procedemos a escanearlo.

DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 1.017 años luz

Al fin llegamos a las inmediaciones de la nebulosa California. Nos detenemos en un sistema con tres soles y recargamos combustible con extrema precaución en la estrella que está más alejada de las tres.

Sistema estelar triple. con las estrellas bastante próximas.

Desde este sistema, observamos la nebulosa California, también conocida por NGC 1499. Se trata de una nebulosa de emisión, similar a la de Orión recientemente visitada, aunque su tonalidad rojiza es menos intensa. Al parecer, vista desde la perspectiva que ofrece a los observadores de la Tierra, tiene cierto parecido con un viejo estado de un antiguo país llamado Norteamérica, del que heredó su nombre.

La nebulosa California
Pero pronto nos alejaremos de esta espectacular nebulosa para iniciar el cuarto tramo de nuestra expedición, poniendo rumbo a la nebulosa NGC 7822 y el vistoso cúmulo estelar en el cual se asienta.