lunes, junio 1

16 Artefactos de origen desconocido... o no

FECHA GALÁCTICA: 4 de mayo de 3301


La nave hace honor a su nombre, y como un buitre nos desplazamos lentamente en amplios círculos, en los alrededores de uno de los planetas del sistema 109 Virginis. Mantenemos la mínima velocidad de supercrucero y permanecemos atentos a las señales que nos indican presencia de objetos en el espacio normal. Llevamos ya varios días patrullando el sistema, siguiendo instrucciones del grupo de comandantes que se han ido uniendo a la causa común para investigar la existencia de unos artefactos de origen desconocido. Al parecer ya ha habido un primer contacto y tenemos confusas imágenes preliminares y datos sobre los convoyes que los transportan.

Sin ningún lugar a dudas, y a pesar de la mala calidad de la imagen, el artefacto no parece hecho por el hombre

- Comandante, otra señal de fuerte intensidad.
- La veo Nakamura, preparada para abandonar la velocidad de supercrucero.

Hemos perdido la cuenta de las intercepciones realizadas. Llevamos varios días de incansable búsqueda, de momento sin resultado. Hemos sido informados de que los convoyes militares de la Armada de la Federación que transportan dichos artefactos están bien defendidos, por lo que debemos centrarnos en las señales fuertes, e ignorar las débiles o desconocidas que de ningún modo nos llevarán a un grupo numeroso de naves de gran tamaño como el que estamos buscando.

Uno de los múltiples convoyes de la Armada de la Federación que hemos investigado

Pero en las señales de intensidad fuerte la mayor parte del tiempo nos encontramos convoyes civiles de mercantes, con o sin escolta, algunos equipos de cazarrecompensas, y sobre todo, piratas y contrabandistas tendiéndoles trampas a los incautos. Uno de los trucos típicos es dejar como cebo algunos contenedores valiosos: oro, reliquias de IA, etc. Si cometes el error de acercarte y activar el recolector de carga, se te echan encima como una manada de lobos.

- Descontectando sistemas... navegación silenciosa en tres, dos, uno, activando. Comandante, detecto múltiples contactos de gran tamaño en los sensores. Identificaciones de la Armada Federal...
- Excelente Nakamura... veamos si al fin hemos dado con ellos o es otro de esos convoyes que transportan esos minerales exóticos.

Y es que hasta el momento hemos encontrado algunos convoyes militares fuertemente armados que inicialmente coinciden con la descripción dada, pero una vez seguidos sigilosamente y analizada su carga, hemos descubierto que en lugar de transportar esos supuestos artefactos de origen desconocido transportan generalmente pequeñas cantidades de minerales raros y valiosos como el Hafnio y/o la Painita.

Hafnio 178, un material peligroso usado en armas de destrucción masiva

La Painita es una gema extremadamente rara, muy valorada en joyería

Las naves se aproximan a nuestra posición. Nos mantenemos inmóviles, con todos los sistemas apagados salvo sensores y soporte vital, la condensación haciendo cristalizar la humedad en la periferia de los ventanales del puente. De nuevo advierto una configuración de escolta estándar como tantas veces hemos visto: una Lakon Type 9 flanqueada por dos naves de clase Anaconda formando el núcleo del convoy, y en vanguardia una Federal Dropship, que seguro irá cargada de infantes de marina, y tres Vulture que patrullan agresivamente el perímetro.

- Comandante... detecto algo raro. Parecen comunicaciones entre las naves, en lugar de usar enlace directo láser, están emitiendo en banda ancha. Y además sin cifrar.
- ¿Cómo?... deben tener algún problema para violar el protocolo de comunicaciones de esa forma. Escuchemos lo que dicen...

El transporte Lakon Type 9 comienza a emitir en banda ancha sin cifrar...

"Aquí transporte, tengo un par de problemas en sistemas menores, aunque seguimos operativos para continuar la misión."

- En efecto... seguro que una de las averías es en el sistema de comunicaciones. Acerquémonos y preparemos el escáner de carga. Con suerte nuestro análisis pasa desapercibido como otro problema en sus sistemas.

"Por cierto, ¿alguien ha preguntado qué es esta cosa? Todo lo que nos han dicho a nosotros es que no hagamos preguntas."

Debido a algún fallo en los sistemas de la nave de transporte, podemos escuchar sus comunicaciones

Cuando escuchamos eso, Nakamura y yo nos miramos en silencio y sentimos el flujo de adrenalina: hemos dado finalmente con un convoy que transporta un artefacto de origen desconocido.

¡Bingo! ¡la nave transporta uno de esos artefactos!

El análisis de carga lo confirma: entre otras mercancías figura una como artefacto desconocido. Aprovecho para revisar los subsistemas de la Type 9 y compruebo que en efecto varios módulos de la nave han recibido daños... ¿un ataque reciente?. La respuesta me golpea de inmediato: mientras aún estoy comprobando el estado de los sistemas, veo claramente como el estado de la compuerta de la bodega de carga pasa del 100% al 95%.

- ¿Qué carajo está pasando en esa nave? Está sufriendo daños a pesar de que no está recibiendo ningún ataque... ¡algo la está machacando poco a poco desde dentro!
- Quizá sea esa cosa que transporta -dice Nakamura con cierta aprensión. Tal vez sea mejor no mezclarse en esto comandante...

Permanezco en silencio un buen rato, valorando la situación. Por un lado, soy un ciudadano de la Federación con una excelente reputación y un grado militar distinguido, atacar el convoy para arrebatarles el artefacto sería un acto criminal despreciable, aunque todo esto huela a conspiración gubernamental. Además ese cacharro parece peligroso: aunque lo recuperemos, podría ser nuestra perdición. Y eso sin mencionar la enorme potencia de fuego que este convoy puede concentrar en nuestra nave. Por otro lado, la curiosidad de saber qué hay detrás de este misterio me corroe, por no hablar de la indignación que me produce que la Federación ande ocultando descubrimientos de importancia a sus ciudadanos y transportando ante nuestras narices objetos que deberían ser analizados por la comunidad científica de toda la humanidad. Finalmente, me decido por un plan que contempla varias posibilidades.

- Pongamos distancia con el convoy y desactivemos la navegación silenciosa. Activemos de nuevo todos los sistemas y sigamos al convoy a distancia, pero listos para actuar. Con suerte la compuerta de la bodega de carga seguirá sufriendo daños y la carga saldrá por sí sola...

Nakamura asiente, pero no parece muy contenta.

- Subteniente, hable con franqueza.
- Comandante, esto me da mala espina.
- Ya... veamos qué ocurre.

Pasan los minutos mientras seguimos a las naves federales a distancia. Nuestros sistemas se cargan por completo y de vez en cuando compruebo el deterioro en los sistemas de la Type 9 que transporta el artefacto. Lamentablemente, la compuerta de la bodega de carga no ha sufrido más daños, por lo que no parece que vaya a sufrir un malfuncionamiento que deje escapar la carga. Y entonces ocurre lo que me temía: las naves se preparan para un salto y hay que tomar una decisión: atacar ahora o dejarles escapar y perder la oportunidad de recuperar uno de esos artefactos.

- Desplegando armamento.
- Comandante...
- Objetivo principal: los impulsores de esa Type 9
- Pero...
- ¡Obedezca Nakamura!

El combate comienza bien. Atacamos a distancia desde la retaguardia, cuando el piquete compuesto por la Federal Dropship y las tres Vulture están fuera de alcance y casi a punto de saltar, por lo que nos enfrentamos "solo" a la nave de carga y las dos Anacondas. Las amenazadoras líneas de una de las Anacondas se hace visible en toda su longitud cuando comienza una deriva a babor para encararnos. Comienza a disparar contra nosotros, pero nuestros láseres de pulsos se concentran incansablemente en la Type 9, cuyos escudos bajan de intensidad peligrosamente. La segunda Anaconda se une al combate, y con las tres naves enemigas ya a media distancia nuestros escudos comienzan a sufrir lo suyo...

- ¡Célula de recarga de escudos!

El casco de la Type 9 comienza a recibir directamente los primeros impactos y le hago una señal a Nakamura, que responde de inmediato.

- ¡Soltando lapa!

El pequeño dron abandona nuestra nave en dirección a la nave de carga y aprovecho para poner distancia y dar un respiro a nuestros escudos, que acaban de consumir otra de nuestras células de energía.

- ¡Comandante, las defensas de punto del objetivo han destruido al dron!
- ¡Maldita sea no las había tenido en cuenta!

Es un error que nos costará caro. Las defensas de punto de la Type 9 pueden derribar los drones lapa que le envío para cortocircuitar la compuerta de la bodega de carga y recuperar el artefacto, lo que significa que la única posibilidad que me queda para ordeñar esa vaca lechera es acercarme y disparar directamente sobre la compuerta para dañarla con fuego preciso de nuestros láseres de pulsos.

- Bueno Nakamura, todo o nada.
- No aguantaremos mucho.
- Tenemos una posibilidad: esa Anaconda de estribor ha quedado rezagada, ahora solo tenemos que aguantar el fuego de una Anaconda y la Type 9...

La joven aprieta los labios y se ajusta la cinta de la cabeza cuyo curioso nombre no soy capaz de recordar. Vamos a intentarlo.

Los láseres no dejan de impactar en nuestra nave mientras nos acercamos y gastamos nuestra última célula de recarga de escudos. La Type 9 se revuelve con una facilidad sorprendente para su tamaño, haciéndome realmente difícil que haga blanco en la compuerta de carga, pero finalmente logramos posicionar a la "Fajadora" en una posición claramente ventajosa. Estamos recibiendo ya impactos en el casco, pero la Type 9 tiene al descubierto su vulnerable tripa y empiezo a disparar a la compuerta de la bodega furiosamente.

- ¡No comandante, ya es suficiente, la va a...

Demasiado tarde. Petrificado, descubro que en mi entusiasmo he acabado fundiendo la compuerta al fuselaje de la nave. Sí, ha quedado destruida, pero de ahí no saldrá carga alguna.

- ¡Casco al 50% comandante! ¡fallo en el impulsor de babor!

No tengo tiempo de lamentarme: a duras penas controlo la nave y con graves daños la alejo del calor de la batalla, perseguido por la Anaconda. Atrás queda la Type 9, con los impulsores destruidos, a la deriva en el espacio.

- Ya solo nos queda una última posibilidad: destruir la nave.
- Eso no funcionará, la explosión destruye toda la carga y lo sabe, comandante.
- A estas alturas mearía en una bujía si pensara que sirve de algo...

Tiro fuertemente de la palanca y acelero a máxima potencia con la intención de cruzarme con la Anaconda lo más rápido posible para permanecer en su zona de disparo tan solo unos segundos y alcanzar la Type 9, y entonces ocurre.

- ¡Cañón de plasma!
- ¡Maniobras eva...!

Es un impacto directo. El ruido de metal retorciéndose es ensordecedor y la cúpula revienta en mil pedazos, quedando expuestos al vacío. Nuestras viseras se bajan automáticamente y controlamos el tiempo de oxígeno: 7:30 minutos.

- Nakamura, una pasada sobre la Type 9 y rompemos a babor para esquivar a la segunda Anaconda, si el artefacto sobrevive a la explosión daremos la vuelta y lo recogeremos, y si no, continuamos y regresamos a la estación.
- De acuerdo comandante. Umaku ikeba bakuhatsu...

No tengo tiempo de preguntarle qué demonios ha dicho. En cuanto estoy a distancia abro fuego sobre la Type 9. Uno de los láser falla enseguida, sobrecalentado y averiado. No le puedo pedir más a este pájaro en este estado. Afortunadamente, la Type 9 está muy tocada y antes de llegar a los 500 metros de distancia explota en mil pedazos. Ansioso, echo un vistazo a los sensores esperando ver algún contacto identificado como contenedor... pero me engaño a mi mismo. Nada. Solo metal retorcido.

Es hora de retirarse a lamerse las heridas antes de que el oxígeno se nos agote

No hago ningún comentario. Nos alejamos y pasamos a velocidad de supercrucero, camino de Melvill Gateway para reparar los daños y tomarnos unos días de descanso. Nos los merecemos.

Mirándolo por el lado bueno, en todos estos días hemos conseguido varios millones de créditos en recompensas gracias a los forajidos que nos hemos ido encontrando en las señales sin identificar de intensidad fuerte, así que no podemos dar por perdido todo es tiempo. Tras informar al comandante Arcannon de nuestro encuentro fallido, nos comunican que otros han tenido más suerte en estos días y tenemos ya varios artefactos con los que experimentar. Los científicos independientes ya están trabajando en las extrañas señales que emiten los inquietantes artefactos, de factura claramente alienígena.

Al fin imágenes claras de estos misteriosos artefactos.

¿Qué son? ¿sondas como las que nosotros enviamos a explorar otros planetas, tal vez? ¿quizá algún tipo de baliza como las que nosotros mismos usamos para identificar nuestros sistemas habitados? ¿serán tal vez algún tipo de arma? ¿un dispositivo de terraformación? ¿un simple dron? ¿pueden ser los Thargoid espiándonos? Las respuestas no llegarán pronto, ni sin un gran esfuerzo por parte de la comunidad científica. Permaneceremos atentos a sus progresos... pero nosotros tenemos nuestros propios asuntos de los que encargarnos.



2 comentarios:

  1. Genial, me lo he pasado bomba leyendo esta entrada, que tensión tan magníficamente narrada, enhorabuena ^_^

    ResponderEliminar
  2. Me alegro que a alguien le guste. Lo de la tensión es tal como lo cuento, creí que no lo contaba...

    ResponderEliminar

Gracias por comentar